Por José Manuel Pérez Rivas.
Siempre me deleitan las leyendas de nuestro Lago Enriquillo y son tantas las historias…
¡Pues quiero contarte una!
Había una vez un monstruo llamado “Bayou”.
¡Éste Monstruo merodeaba la zona del Lago Enriquillo en toda su extensión!
Por aquél entonces, era un bebé caimán juguetón con los seres humanos, cuando vivían los indios. Este caimán había sobrevivido sólo, sus padres Caimán sólo encontraron un huevo, ya que los humanos se alimentaban de ellos, de estos huevos. Algunos indios caníbales se habían comido las crías pequeñas de los padres caimán sobreviviendo solo el pequeño. (Bayou) .
Aunque era muy feo los niños lo trataban igual; no sabían nada de sus padres. El caimancito tampoco sabía nada de los padres de los niños indios. Veían la inocencia infantil en un ser extraño, viviendo entre seres humanos sin entender él, lo raro de su apariencia.
Algunos niños le menospreciaban, Bayou ¡No se daba cuenta de su fuerza; y que llegaría hasta un día su desprecio!
Otra cosa…, no le gustaba a los que lo embrollan; Y pareciera que eso era lo que más les gustaba a los niños indios malos.
Los niños de ese entonces cuando vivían los indios, no tenían como jugar, Bayou los divertía con sus ocurrencias.
Bayou vivió en un lodazal, y se alimentaba de peces pequeños y huevas de estos mismos. ¡Esos lugares estaban llenos de estanques!
Una niña de origen indio, observaba siempre al niño Bayou en el pantano cuando comía.
Cada tarde, la niña se escapaba del patio de su casa, y se adentraba al bosque; jugando con aves y mariposas Monarcas. Pero esto lo hacía en horas de la tarde, cuando sus padres salían a cazar.
En ese entonces los ciguayos, los padres indios de la niña, salían a cazar aves y reptiles, para hacer la comida de la noche.
Una de esas tardes…, Los padres de la niña india, atraparon a los caimanes, los padres de Bayou, ¡y tomándose a los dos con un bejuco se los llevaron y se los comieron de cena!
¡El bebé caimán Bayou, quedó solo! Creciendo a la vista de todos los niños, y como uno más. Una india de otra tribu llamada Guari, le alimentaba cada vez que podía, con peces.
Después de un tiempo, Bayou creció y se convirtió en el monstruo del lago. Se comía todos los peces, las aves y a los niños recién nacidos.
Los hijos de los indios de la época, creyeron que eran los Caníbales Ciguayos. Las madres de los niños indios llorando pedían a Boyou que los buscara, pues este siempre aparece en los lugares donde desaparecen. Estos descuidados por los indios adultos, cuando salían a cazar.
Pero … ¡sorpresa! Los niños que se llevaba el caimán no se los comía; solo los llevaba a otro lugar y los cuidaba ya que los padres indios los dejaban solos mucho tiempo y estos lloraban de soledad.
Al pasar el tiempo le devolvió a cada padre sus hijos.
Los niños contaron a sus padres que el caimán Boyou no es un monstruo ya que los alimentaba y cuidaba con ternura.
Por eso nunca más los padres descuidaron a sus hijos.
Bayou, tenía la boca como un cerdo, era orejón y bocón. Cuando era pequeño, su casa era un estanque. Creció tanto… que engullía más comida de lo normal. Parecía un puerco más que un bebé cocodrilo. Por esa razón creció tanto y era tan grande.
Según cuenta la “Leyenda” Bayou procreó hijos con humanos. Pero… ¿Por qué? ¿Porque tenía la facilidad de mimetizarse entre los indios? ¿Tal vez porque se sintió humano?
Algunas personas pescadoras dicen que el caimán siempre ha estado en el lago, y que muchos niños de la zona buscan y quieren conocer al gran caimán Bayou.
Las imágenes y el texto son propiedad del escritor.
Para los niños del pueblo de los Ríos, Provincia Bahoruco.