Nacionales.-La tragedia vuelve a enlutar a Baní, municipio cabecera de la provincia Peravia, de donde eran oriundos 6 de los siete dominicanos que fallecieron junto a otros latinoamericanos tras zozobrar en las costas de Florida, Miami la embarcación en que viajaban, procedente de las islas Bahamas, el pasado 23 de enero.
Cuando aún los banilejos no se reponen de la muerte de 8 de sus munícipes en un accidente de tren en Chiapas, México, el dolor vuelve a embargarlos.
La comunidad Boca Canasta solloza a dos de sus hijos, uno de ellos es Wilkin Méndez Pérez, quien cumpliría el próximo sábado, 19 años. Pese a que en la travesía ilegal sólo hubo un sobreviviente, de nacionalidad colombiana, su madre se niega a aceptar que ya no volverá a ver al más pequeño de sus tres hijos.
Pero no muy lejos de allí, otra familia está sumergida en el dolor, son los parientes de Junior Pascual Santos, de 49 años. El anhelo de volver a ver a sus cuatro hijos, tras cinco años sin poder hacerlo, lo hizo embarcarse en un viaje del que no creía nunca regresaría.
Ahora, estas familias lo único que piden es poder traer los cadáveres con ayuda de las autoridades, las que aún no se comunican con ellos, y que apresen a los organizadores a quienes identificaron como Amali Dipré y Uriol Soto.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores, informó que a través del consulado general de Miami se encuentra en comunicación de las autoridades estadounidenses en busca de determinar si en el naufragio hay víctimas dominicanas.
Las fenecidos habrían pagado entre 18 y 23 mil dólares por la travesía.
Continúa, también la consternación por parte de familiares de Ricardo Josué López de 30 años quien tratando de buscar el sueño americano perdió la vida mientras intentaba llegar a La florida en un bote desde las Bahamas.
Josué Ricardo López hermano gemelo del fenecido narró que sabía que su hermano se iba a Estados Unidos vía Las Bahamas, pero aseguró no estaba de acuerdo.
Ricardo López indicó se comunicó con un oficial norteamericano quien le informó paralizaron la búsqueda de rescate.
Uno de los vecinos entrevistados asegura que “El Mello”, como todos les llamaban, fue engañado por los organizadores del viaje.
Hasta el momento los cuerpos de los fallecidos en el naufragio no han aparecido, mientras aquí los familiares tienen todo preparado para realizarle los actos religiosos.